Outside Time

 Conferencia del artista Paul Friedlander en el contexto del taller/grupo de trabajo de Luz, espacio y percepción.

Mi vida cambió en un solo día cuando todavía era estudiante universitario de física y matemáticas. Aquel día de 1970 vi una de las más importantes exposiciones de arte cibernético y cinético. No dejé de estudiar pero descubrí una nueva pasión. Comencé a crear arte cinético.

Entre los artistas cuyo trabajo me inspiró, hay uno que destaca, Nicholas Schoffer. Muchos años después, tuve la buena fortuna de conocer a su viuda. Todavía vive en el estudio en el que él trabajaba en París y conserva una gran colección de su trabajo. Comencé mostrando fotos del estudio y a partir de ahí, comencé a exponer selecciones de los múltiples trabajos que he ido haciendo a lo largo de los años.

En 2006 mostré the Gate of Time (la Puerta del Tiempo) en Milán y poco después Timeless Universe (Universo sin Tiempo) en Valencia. La lectura del libro de Julian Barbour The End of Time (El Fin del Tiempo) despertó mi interés por el Tiempo. He reflexionado profundamente en el asunto y he llegado a la conclusión de que hay algo erróneo en nuestra comprensión convencional del tema. En la última parte de la charla presentaré un estudio que apoya la hipótesis de que podría ser posible recibir mensajes provenientes del futuro.

Nuestra concepción cambiante del tiempo comenzó con la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein. Con la abolición del tiempo absoluto, el concepto de “ahora” se ha vuelto ambiguo. Archibald Wheeler y Richard Feynman añadieron misterio al proponer una teoría en la que la luz se mueve hacia atrás y hacia delante en el tiempo. Más recientemente John G Cramer sugirió que podría ser posible enviar señales hacia el pasado a través del tiempo. La mayoría de los físicos son escépticos, pero yo he mostrado en mi propia investigación, que los mensajes del futuro no son una contradicción lógica. Reto a los científicos a que vuelvan a pensar en el tema. Si realmente lo intentamos, creo que podemos llegar a sentir el futuro.