En los últimos años, tanto por tendencia social, como por normativa, ahorrar energía y certificar ese ahorro (eficiencia), se ha vuelto una obsesión. Corremos el riesgo una vez más de que todo este desarrollo tecnológico, sea un nuevo capítulo del "todo para el pueblo, pero sin el pueblo".
Es incontestable que en un hogar o un centro de trabajo bien climatizado genera bienestar inmediato, venga de donde venga esa climatización y la pague quien la pague. En estas horas de reflexión colectiva, nos proponemos dar un paso más y preguntarnos como podemos cruzar ese deseo de bienestar climático, con una coherencia medioambiental (en cuanto a prácticas y materiales), un apoyo a la creación de empleo local y la generación de "capital social y relacional" en los barrios donde se aplican medidas fuertes de ahorro energético como la rehabilitación integral de edificios.
La mañana será el momento de recolectar experiencias inspiradoras de parte de algunos de los actores relevantes en este sector y empezar a pensar en cual es el papel de cada uno de esos actores si queremos intensificar el foco en la generación de empleo.
PROGRAMA: