El procomún erótico ha sido objeto, a lo largo de la Historia, de especial atención y cercamiento. En su desarrollo se identifican dos etapas: el capitalismo de culo prieto, caracterizado por una concepción restrictiva de la vida erótica, y de culo flojo, donde el procomún erótico ha sido simplificado y rentabilizado en términos económicos. La figura de Corín Tellado ejemplifica los avatares de este procomún.