ESPECIAL AVLAB: Velada musical

Concebido y presentado por Miguel Álvarez-Fernández. Miguel es músico, licenciado en Derecho por la UCM y miembro de la Asociación Hispana para el Estudio del Canto Gregoriano (A.His.E.C.Gre.). Cada viernes a las doce de la noche presenta, en Radio Clásica de Radio Nacional de España, el programa “Ars Sonora” (www.arssonora.es). Para más señas, véase www.miguelalvarez.es.tt

 

PROGRAMA

· Llorenç Barber y Montserrat Palacios: Muera el flit

Acción sonora, seguida de una mesa redonda en torno al libro La mosca tras la oreja. De la música experimental al arte sonoro, de Llorenç Barber y Montserrat Palacios.


Hablar de La mosca tras la oreja es enfrentarse a un tránsito fundamental para entender el mundo radicalmente nuevo en el que vivimos: tránsito que va desde un concebir arte y música como recreo, virtuosismo o producto, sueño o especulación, a otro, inconcreto y en perpetua disolución, en que el énfasis ya no se pone en el componer sino en el disponer, no en el concebir sino en el recibir, no en el sonido en sí (un sonido son todas las maneras de ser escuchado), no en el instrumento, ni siquiera en el tiempo, sino en la situación creada y en todas las conexiones que tal situación es capaz de generar en quien se adentra en ella.

La mosca tras la oreja expone ese tortuoso y fluido “devenir” en el que tantos y tan disímiles músicos, a-músicos, no-músicos y demás propositores han confluido. Ordenar, exponer más que explicar, y, si acaso, explicitar subyacentes intenciones, prácticas, pensamientos y demás vicisitudes constituye el meollo de un libro que se nos hizo urgente y que nace ya viejo de tanto como corren los bárbaros tiempos presentes: ¡Oreja, más oreja…! ¡Muera el flit!

· Ferrer-Molina: Guitarra eléctrica sobre mesa vibradora y Orquesta de juguetes sin pilas (con Ana Rodrigo, bailarina)

Guitarra eléctrica sobre mesa vibradora: Se trata de un par de mesas de oficina unidas por la base de dos de sus patas, que llevan atornillado un pequeño motor industrial cuya velocidad depende del control de un ordenador. Con esto se consigue una mesa que vibra y que puede llegar a crear un sonido tipo helicóptero. Sobre ella se sitúa, boca abajo, una guitarra eléctrica con seis cuerdas iguales afinadas por semitonos. Se abandona a su propia evolución como instalación sonora o se convierte en instrumento musical bajo la manipulación del propio autor. Un sistema de amplificación emite el resultado a la máxima potencia posible.

Orquesta de juguetes sin pilas: Los sonidos que emiten los juguetes que funcionan con pilas cambian sensiblemente cuando éstas se van agotando. En esta pieza conseguimos un discurso sonoro con juguetes al límite del no funcionamiento gracias al empleo de fuentes de alimentación lineales controladas en tiempo real por el autor. La parte visual de la propuesta consta, por una parte, de una coreografía creada ex-profeso por la bailarina Ana Rodrigo en torno a la idea de "juguete-marioneta-pilas agotadas" y, por otro lado, de la proyección simultánea de un corto de Ferrer-Molina también creado para la ocasión.

· Name Over

¿Qué pinta un grupo pop en un contexto como éste?

Name Over está formada por Daniel Poza (voz y teclados), Manuel Tena (guitarra y voz), Pablo Suárez (bajo) y Adrián Kirpal (batería). Para hacerse una idea de su sonido, no hay más que mezclar en proporciones adecuadas rock clásico, funk, pop, música disco y heavy ochentero en su vertiente más épica. Este eclecticismo es la consecuencia lógica de las discordantes personalidades y cambiantes estados de ánimo de sus cuatro componentes. 

· Jesús Jara

"Entiendo la libre improvisación como la posibilidad de derivar sobre una espacio-temporalidad sonora la cual no nos pertenece, pero sobre la que indudablemente incidimos modificándola con nuestra simple presencia. No se trata de modificar huyendo del lenguaje conocido para crear otras perspectivas, porque esto solo sería reflejo de lo que consideramos conocido o desconocido. Quizás se trate de compartir esa espacio-temporalidad sonora, considerando tal acto como una transmisión de energía, y, como tal, puede que se dé o no una sintonización de las diversas frecuencias o ritmos vitales de los músicos, esto dependerá de múltiples variables. No obstante la resultante será una atmósfera sonora cambiante sin una articulación formal preestablecida sobre la que el oyente tiene la libertad de realizar su recorrido auditivo, incluso pudiendo llegar a conclusiones, sin olvidar que son generadas por el propio oyente ya que no hay intencionalidad previa por parte de los improvisadores de presentar ninguna idea unitaria doctrinante."

· c.ch.d.p: Glutamato

GLUTAMATO es comunicación directa. A través de una serie de acciones que pueden parecer inconexas, el actor-performer Carlos Chacón del Pino (c.ch.d.p) reflexiona sobre una sociedad, la nuestra, que se ha declarado en guerra contra todo aquello que no lleve la etiqueta de natural. GLUTAMATO lanza una mirada sobre el intento a la desesperada por desechar aquello que no nos conviene. En un mundo en el que el otro importa cada vez menos, localizamos al enemigo en una sopa de sobre. En esta pieza la acción produce asco, risa o incomprensión y cada uno traduce según sus necesidades. GLUTAMATO no busca una manera de hacer teatro, sino un modo de comunicar más allá del idioma. La danza del chamán es el punto de partida. Una canción de pop-rock, un plato de nuddels y una bebida refrescante hacen las veces de ritmo de tambor, de animal sacrificado y de líquido elemento.

· Rubén Gutiérrez del Castillo: Una tarde de junio

Esta pieza es una excusa para manosear una serie de materiales básicos (agua, aire, madera) y, con ayuda de la electrónica (física, al fin y al cabo), travestirlos y llevarlos a un contexto sonoro ambiguo. Con ese viaje pretendemos devolver a la naturaleza lo que le corresponde: ciclos y duraciones de diferentes magnitudes que coexisten más allá del control por parte del ser humano, ante los cuales éste no puede dejar de asombrarse (o lamentarse) por lo efímero de su propia existencia. En cualquier caso, la fisicidad de estos sonidos (y de los procesos que los producen) resulta un consuelo al ser humano, en contraposición a la fantasmagórica y horripilante eternidad propia del entorno digital, entorno en el que los ciclos vitales, para bien y para mal, están ausentes.

· PROYECTO 23

PROYECTO 23 es una iniciativa de experimentación sonora y escénica a partir de la práctica conjunta del canto coral. Su punto de partida es la música vocal antigua occidental. Comienza con un madrigal anónimo del siglo XV. PROYECTO 23 es un evento que articula diversas piezas, pero también es un grupo de siete individuos: 6 cantantes y otra cosa. Son siete. Y son conscientes de la pobreza escénica del rito. Por esta razón se parte de él para, al tiempo que se diluye irremediablemente, utilizar todos sus significados con una intención conceptual. Así es posible sintetizar todas las inquietudes intelectuales y creativas de su autor: la música antigua, el azar, el sarcasmo, la poesía fonética, la improvisación, el grafismo musical, el humor, la caligrafía japonesa, la acción, el sonido y las viejas tecnologías. Parecería pretencioso si no fuera porque se evita cualquier tipo de virtuosismo. PROYECTO 23 es muy sencillo. Hasta un niño podría hacerlo. Hasta un niño debería hacerlo.

Arantxa Hernández

Objeto sonoro.La improvisación como una interacción con el medio: poner música a una imagen, una situación, una habitación; conocer a otro a través de lo que improvisa. Responder.

Arantxa Hernández. Violonchelista de formación clásica, ha participado en diversos festivales de Nuevas Músicas e improvisación como: Performatori (Valencia, 1996), In Globo (León, 1997), I Festival Internacional Gaudí de Improvisación (León 2002).
Ha trabajado en la composición e interpretación de bandas sonoras para teatro: “El Cuervo” de la compañía “Polimnia Teatro” dirigida por Pepe Mieres, estrenado en Mieres 2001. Y de cine: el cortometraje “Foto” de Janis Ozolins Ozols, Festival Internacional de cine de Riga 2000. Estreno en España: Círculo de Bellas Artes, Madrid 2004.

En los últimos años ha compaginado su actividad de interpretación musical en vivo, acompañando películas mudas, junto al pianista Arsenio Martins, con el cual ha actuando en centros como el museo Guggenheim de Bilbao, la Filmoteca española: cine Doré, el Instituto Goethe de Madrid y en diversos festivales de cine como el Muces de Segovia o la semana internacional de cine de autor de Lugo y su pertenencia al colectivo Las Larvas cuyas actividades se han desarrollado principalmente en centros de Arte como el museo Da2 de Salamanca, la galería Espacio Líquido de Gijón o el centro de arte de la Laboral en Gijón.

Argenis Salazar: El hijo de la túta

En mi afán de presentar y re-crear los conceptos que Emmanuel Lévinas despliega en todo su discurso filosófico —unido a una larga tradición unto a Heidegger, Michel Foucault o Jacques Derrida—, en “EL HIJO DE LA TÚTA” (planteada como propuesta de intervención en espacios públicos) se aborda el tema del “OTRO”, de la alteridad, de la diferencia, del extraño, del inesperado. “EL HIJO DE LA TÚTA” está conformada por un personaje único, extraño, exótico, “totalmente otro”, inesperado. La puesta en escena muy simple: “EL HIJO DE LA TÚTA” recorrerá las instalaciones de la sala con un carro de los aeropuertos (trolley), vistiendo un chaleco reflectante y llevando como equipaje un pequeño grabador o teléfono móvil, donde en forma de loop sonará la cumbia colombiana “El hijo de tuta”. Dentro del carro, “El hijo de la túta” llevará como maletas un número de ejemplares de mi recién publicado libro “Equijotaciones”, los cuales ofrecerá a la venta al público presente.