Comunidad de indagación del Laboratorio Vivo

Construyendo una comunidad de indagación

Se plantea una actividad basada en la indagación científica, como un vehículo para adquirir conocimiento crítico bajo una premisa de aprendizaje lúdico, guiado por el descubrimiento.

A través de una serie de actividades, enmarcadas dentro de itinerarios temáticos, se reproducen fenómenos, al tiempo, sorprendentes pero cotidianos, que conducen de una manera natural hacia las cuestiones elementales sobre la realidad que percibimos.

La metodología planteada, más que las actividades en sí, es altamente innovadora y trasciende el hecho de adquirir conocimientos científicos determinados. Las actividades son, en verdad, un vehículo necesario para romper con los límites del proceso de aprendizaje cerrado. Este nuevo proceso de «deconstrucción científica» se lleva a cabo en una fusión con las artes plásticas, el movimiento físico y la expresión creativa, lo que convierte a este espacio en un verdadero «laboratorio vivo».

Medialab-Prado, como escenario público, ofrece la plataforma para llevar a cabo esta actividad. La entidad BioCoRe S. Coop. como única experiencia de entidad del ámbito de la economía social, sin animo de lucro, dedicada al sector científico investigador y la iniciativa Ondula, impulsora de una pedagogía de las tecnologías digitales desde el pensamiento crítico, la creatividad y las artes escénicas, son las encargadas de realizar el guión de este nuevo teatro vertebrado en los procesos orgánicos de las comunidades vivas.

Metodología y objetivos

Entendiendo que manipular, sentir, interactuar, crear y compartir son los componentes básicos de la forma natural del aprendizaje del ser humano, esta metodología aspira a liberar el máximo potencial de las personas más allá de la mera adquisición de conocimientos específicos.

Los objetivos generales de esta propuesta quedan resumidos en los siguientes puntos:

• Comprensión y descubrimiento de las claves del itinerario y de la materia tratada.
• Alfabetización de la actividad científico-técnica y socialización de la ciencia.
• Desarrollo de la capacidad de análisis abstracto frente a problemas concretos.
• Instrumentalización a través de nuevas tecnologías, métodos y enfoques.
• Potenciación de la creatividad y de la capacidad de trabajar de forma cooperativa.
• Trabajar transferencias equilibradas entre las ciencias y las artes a través de la tecnología.
• Sensibilizar la conciencia ecológica y el conocimiento de los problemas ambientales.
• Motivar y reforzar positivamente la curiosidad innata y el pensamiento crítico.
• Posibilitar y explotar la expresión artística de las ciencias.

Sesiones de trabajo

La comunidad de indagación se reunirá en un ciclo inicial de 10 sesiones de trabajo que tendrán lugar los martes y viernes en horario de 10h a 14h desde el 24 de marzo al 30 de abril.

Las sesiones tienen formato de talleres y en ellas se desarrollará:

• Experimentación colectiva basada en descubrimiento, exploración física, exploración simbólica y creación de nuevas lógicas.
• Elaboración de materiales básicos necesarios para este marco pedagógico, con apoyo del Fablab.
• Construcción colectiva de un boceto formativo aplicable a procesos educativos con jóvenes.

Sobre la ciencia y el arte

Las ciencias y las artes son entendidas casi universalmente como conjuntos disjuntos, como producciones de la mente humana prácticamente antagónicas.

Esta concepción cerrada, dual, del conocimiento representa quizá una fractura del utilitarismo frente al humanismo, del pensamiento necesario frente al filosófico, de lo tangible frente a lo abstracto. Esta fractura, esta dualidad, aparece por doquier en el pensamiento occidental (global) y se nos instruye en sus reglas desde temprana edad. Ciencias o Letras ha sido, y es, quizá la primera decisión académica de peso que cualquier estudiante ha de tomar, condicionando poderosamente su desarrollo profesional. Esta brecha existe aunque, paradójicamente, es ficticia.

Arte y Ciencia, Técnica y Tecnología, todo surge de un mismo germen: la idea. Las ideas son cristalizaciones del ingenio, de la creatividad, que surgen cuando existe un diferencial crítico entre el conocimiento y la incertidumbre, en ese espacio entre lo posible y lo desconocido. Como expresiones culturales que son, Arte y Ciencia no están encapsulados en conjuntos independientes: se tocan, se entremezclan y, a menudo de manera explícita, se completan.

Existe belleza en los números. Las proporciones geométricas de un dibujo y los patrones ondulatorios de una sinfonía son equiparables a la espectacularidad de las formas fractales y la armonía de los cantos de las aves. La Naturaleza ha sido y es inspiración artística. El Arte, por su parte, es un producto innegable de nuestros atributos naturales.

No en vano, la distinción entre Arte y Ciencia queda difuminada en las obras de Goethe y en las espectaculares ilustraciones de Haeckel, en la poderosa prosa de D'Arcy Thompson y los elegantes experimentos fisiológicos de Canon, en las pinturas de Dalí y los dibujos de Escher.

La Ciencia, en su máxima expresión, es el Arte de comprender la Naturaleza.

Un arte ceñido a unos métodos y unos criterios, haciendo uso de herramientas tecnológicas que explotan las limitaciones de nuestros sentidos. Pero, ¿acaso no podemos decir lo mismo de otras artes como son la música o del diseño, la escenografía o la literatura?

Cuando BioCore plantea esta propuesta educativa dispone romper los límites del aprendizaje reglado, más allá de las materias artificiales, de las barreras idiomáticas tecnológicas, de los sistemas de adquisición formal de conocimiento. No se nos ocurre un mejor escenario posible para que se dé este suceso maravilloso que en un espacio de trasferencia entre el Arte y la Tecnología como es MediaLab-Prado.

+info: aprendizajes(arroba)medialab-prado.es