Licencias para vivir

Desde 25/02/2010 01:00 hasta 27/02/2010 01:00

Introducción:

Licencias para Vivir es un taller que abre un espacio de discusión para pensar conjuntamente dispositivos conceptuales y jurídicos destinados a reforzar la autonomía de las comunidades rurales, indígenas o populares y urbanas cuya creatividad no parece verse ni reflejada ni protegida en las leyes de derecho de autor en vigor. Estas leyes parecen limitarse a diferenciar entre un ámbito de ideas generales (no susceptibles de protección que forman parte del dominio público) y el ámbito de las obras que "llevan la impronta de la personalidad creadora de su autor" (y en tal calidad le "pertenecen").

Del 25 al 27 de febrero el Medialab-Prado abrirá un espacio de análisis y discusión colectiva a este respecto, con el fin de  dotar de herramientas a las comunidades  y a los gestores de proyectos vinculados con ellas y  que, de una forma u otra, tienen que bregar en el voraz contexto que supone el capitalismo 2.0.

A quién va dirigido

Invitamos a participar a cualquier persona o colectivo interesado en aportar y debatir casos de estudio relacionados con comunidades concretas que puedan hallarse en la situación de desamparo o de abierto expolio del que vamos a tratar.

Obviamente, sería interesante que dichas propuestas fueran remitidas a los organizadores con anterioridad al inicio del taller para su evaluación y ubicación dentro del esquema del mismo. 

Para enviar propuestas o para cualquier consulta, contactar con laboratorio-procomun [arroba] medialab-prado.es

Plan de trabajo

El 25 de febrero de 16:00h a 18:00h se realizará una primera sesión de presentación y clarificación conceptual y metodológica.  Se trabajará ahondando en la especifidad de los procesos creativos de estas comunidades, usando nociones como "lenguaje de patrones", sistemas modales, etc... con el objetivo inmediato de contrastarlos con el marco legal existente (propiedad intelectual, creative commons, dominio público, patrimonio cultural inmaterial).

El 26 de febrero de 12:00h a 18:00h y el 27 de 11:00h a 16:00h se abordarán con más detalle estos casos de estudio que, inicial y tentativamente, hemos agrupado  en 4 tipos (comunidades populares urbanas, comunidades indígenas, comunidades rurales y/o comunidades de producción musical)  visibilizando sus sensibilidades y pensando en el diseño de dispositivos conceptuales y  jurídicos que protejan y refuercen tanto sus repertorios como sus competencias y que puedan servir, eventualmente, como instrumentos de mediación dentro del entorno legal y el mercado cognitivo del capitalismo.

Programa

25 febrero

16:00h a 17:00h Introducción al taller y presentación del marco conceptual y metodológico del taller.

17:00h a 18:00h Presentación general de los casos de estudio por los talleristas y de aquellos que los asistentes hayan propuesto de modo que se ajusten las sesiones de trabajo (las propuestas de los asistentes deberán ser remitidas a los organizadores con anterioridad al inicio del taller)

(A las 19:00h tendrá lugar la segunda sesión del grupo Estética y política del procomún, con el debate en torno al texto propuesto por Mercedes Simón)

26 febrero

12:00h a 14:00h Caso de estudio 1, comunidades indígenas

14:00h a 15:00h Caso de estudio 2: comunidades rurales (primera parte)

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15:00h a 16:00h Comida

16:00h a 17:00h Caso de estudio 2: comunidades rurales (continuación)

17:00h a 18:00h Caso de estudio 3: comunidades de producción musical (primera parte)

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27 febrero

11:00h a 12:00h Caso de estudio 3: comunidades de producción musical (continuación)

12:00h a 14:00h Caso de estudio 4: comunidades populares urbanas

14:00h a 15:00h Descanso

15:00h a 16:00h Mesa redonda. Evaluación conjunta de dispositivos jurídicos y elementos conceptuales analizados.

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La aproximación de los coordinadores:

Las leyes de derecho de autor en vigor se limitan a diferenciar entre un ámbito de ideas generales -que no son susceptibles de protección y forman parte del dominio público- y el ámbito de las obras que "llevan la impronta de la personalidad creadora de su autor" y que se han materializado convenientemente. Con ello se pasa por alto que la mayor parte de la creatividad colectivamente relevante no se puede reducir ni a ideas sumamente generales ni a las simplificaciones que de éstas hacen supuestos autores individuales.  Y es que lo que aprendemos al estudiar los procesos de generatividad estética y cultural en sentido amplio, es que los frentes más fértiles de esa generatividad se basan en procesos tan fundamentales como los de reelaboración colectiva de repertorios comunes. En esos procesos, los miembros de una comunidad aplican sus competencias, sus inteligencias específicas, al desarrollo y la adaptación de un procomún de conocimientos y formas que necesitan ser actualizadas y mantenidas vivas por los miembros de la comunidad.

Las salidas que ofrece el sistema jurídico no sirven de gran cosa. La idea de "Patrimonio Cultural Inmaterial" ha demostrado ser bastante ineficaz como herramienta para promover la autonomía de las comunidades, revelándose más bien como un instrumento más del mismo ámbito de dominio público que, por lo general, ha tenido el efecto perverso,  en este contexto, de convertir en falsamente público, es decir en poner a libre disposición del mercado y de los poderosos, lo que era patrimonio colectivo, lo que era procomún. La noción de dominio publico puede, incluso bienintencionadamente, presentarse a sí misma como la otra cara de la moneda de la propiedad intelectual, pero en cualquier caso en el marco de la produccion en procomun sigue siendo la moneda con la que se construye y se hace valer el autor-rapaz del capital.

Es preciso abordar el escenario descrito y poder pensar conjuntamente alternativas destinadas a reforzar la autonomía de las comunidades rurales, indígenas o populares y urbanas. Para ello, parece útil pensar en abrir espacios de análisis y discusión que den herramientas a las comunidades  y a los gestores de proyectos vinculados con ellas. Es imprescindible  imaginar y construir un cuerpo teórico que permita pensar de frente y desde dentro la producción de conocimientos de las comunidades visibilizando sus sensibilidades, mientras que por otro lado, los ponga en posicion de pensar el diseño de dispositivos jurídicos que protejan y refuercen estas capacidades y les ofrezca incluso opciones de mediación dentro de ese entorno legal para interactuar con el mercado cognitivo del capitalismo 2.0.
Es un taller porque nuestro principal interés es  iniciar el estudo de casos concretos en los que podamos percibir desprotección o vulneración de los derechos y la autonomía de las comunidades. Para ello proponemos -de entrada- considerar cuatro tipos de comunidades:

Comunidades rurales: estructuradas en torno a un procomún de orden productivo,  constituido por su relación con el paisaje, las especies animales y vegetales, los saberes que de ello se derivan y a ello contribuyen... Podríamos pensar que uno de los problemas centrales de estas comunidades es el aislamiento y expolio de patrimonio biológico como el que constituyen las semillas, por ejemplo, que utilizan cada una de estas comunidades. pero seguramente sea un mal paso aceptar que las semillas como tales se puedan segregar de ese procomún más general. Hay que darle un enfoque relacional y vincular las semillas con las formas de combinar cultivos, organizar tareas y procesos de distribución incluso; sin los cuales la semilla no sucede siquiera.

Comunidades indígenas: organizadas en torno a un procomún de orden antropológico que les lleva a establecer modos de relación diferenciados con la su entorno, la temporalidad, la memoria y las demás criaturas. Estas comunidades suelen desarrollar formas especificas de conocimiento, sensibilidad y deseo

Comunidades populares urbanas: constituidas en torno a procomunes que indagan el "derecho de ciudad". para el urbano yo pensaba en formas de economia informal, venta ambulante, autoconstruccion... no se como que ahi es donde veo la creatividad, relacionada con usos de materiales, de formas de bricolaje social... en este caso a lo mejor no es tanto un problema de "protección" cuanto de reconocimiento y dignidad, que tampoco es poca cosa

Comunidades de producción musical: cuya productividad artística y sensibilidad estética se organiza -de modo distintivo- en función de un repertorio determinado de escalas, ritmos y figuras musicales, asi como en torno a una serie de inteligencias específicas que rigen lo que la comunidad en cuestión está dispuesta a entender por una improvisación o una "actuación" válida.

Obviamente estos tipos de comunidades las concebimos estrictamente como "tipos". Asumimos que en la vida real estas comunidades se pueden dar de modo cruzado, agitado y sumamente revuelto. Por lo demás no está de mal decir que sostenemos una noción sumamente abierta de comunidad, definiendo ésta sencillamente como un grupo humano que comparte un procomún.

Jordi Claramonte y Carolina Botero

 

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Lugar:
Medialab Prado · Plaza de las Letras, C/ Alameda, 15 Madrid

Sesiones de la actividad

La actividad está finalizada
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