Interactivos?'15: Culturas materiales en la era digital. Convocatoria para proyectos

> Introducción
> Aproximación al taller de César García
> Aproximación al taller de Josian Llorente
> Aproximación al taller de Wendy Van Wynsberghe
> Bases de la convocatoria y envío de solicitudes


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> Introducción

Lo que determina a un objeto es lo que hace en el mundo, el mundo que  hace  y aquello que lo hace mundo; tanto que lo sujeta y cómo lo sujeta,  como lo que objeta y cómo lo objeta; lo que concluye o salva, lo que facilita y lo que impide. "Los objetos distinguidos. La arqueología como excusa". Vicente Lull

En nuestras ciudades se ha vuelto a recuperar el placer del hacer. Cada vez más personas deciden fabricar, reutilizar, apañar e inventar objetos que sean capaces de adaptarse a nuestro cotidiano. Frente a una lógica computable y reconocible del consumo de objetos, construir, imaginar y  diseñar piezas de nuestra vida material nos hace adueñarnos de nuestro tiempo social,  de la relación con el valor de las cosas y  de sus  contextos de posibilidad. La fabricación de estos objetos rescata la figura del artesano. Un hacer con las manos que se ve atravesado por prácticas digitales que nos  conecta con haceres y saberes de otras comunidades, de otros lugares, de  otros cuerpos. Una práctica que "sólo funciona mientras permita (...) seguir aprendiendo, seguir respirando, seguir desplazándose, seguir tejiendo un mapa imprevisible de alianzas". Haciendo del "hacer" un pretexto para ser, para estar en común, y subrayando la importancia de qué compartimos, cómo lo hacemos y desde dónde lo pensamos. 

En el marco del proyecto de Objetos Comunes, la convocatoria de Interactivos?’15 propone ensamblar preguntas, disciplinas y perspectivas en torno a la fabricación de objetos a través de un taller de producción colaborativa e interdisciplinar y un seminario de reflexión teórica.

Te  invitamos a proponer y compartir tus prototipos de fabricación de objetos cotidianos. Esos objetos que creemos necesarios, con los que podemos operar y a los que podemos agarrar, objetos que nos sostienen y  nos inscriben en nuestro presente. De la mano de Wendy Van Wynsberghe, Josian Llorente y Cesar García y con la participación de todos los colaboradores interesados, vamos a enlazarlos y  entender de qué manera hacerlos accesibles y adaptables a otras realidades, o cómo podríamos producirlos más allá de la fase de prototipo, para multiplicar, de esta forma, sus posibilidades.

Los proyectos desarrollados serán expuestos juntos a los demás proyectos de "Objetos Comunes" en una exposición. 

Puedes participar en el taller enviando un proyecto antes del 18 de octubre o inscribiéndote como colaborador a partir del 23 de octubre. Si tu proyecto es seleccionado y vives fuera de Madrid, MLP se hará cargo de tu viaje. MLP tambien pone a disposicion plazas de alojamiento en un albergue juvenil para aquellos participantes que los soliciten.


> Aproximación al taller de César García

"La economía colaborativa, el trabajo distribuido y la fabricación digital son tres tendencias que nos prometen nuevas formas de producir y consumir. Hoy en día, parece que prima acceder a algo frente a poseerlo, que es trivial trabajar conjuntamente en un proyecto mientras estamos repartidos por el mundo y que dándole al botón “Play” de nuestra impresora 3D podemos crear casi cualquier cosa. Sin embargo, como afirmaba José Pérez de Lama: “Esto de la fabricación digital es darle al botón y ¡mucha lija!”.

Estamos aprendiendo con todas estas nuevas tecnologías y cada vez somos más conscientes de su potencial y de sus limitaciones. Existen grupos, como Clone Wars (derivados del proyecto Reprap), que investigan cómo hacer máquinas que fabriquen máquinas. Su trabajo ha creado toda una genealogía de impresoras que van mejorando por medio de un proceso distribuido, con cientos de colaboradores. ¿Cómo se podría replicar este tipo de procesos para generar otros objetos diferentes?¿Cómo facilitar la colaboración a las personas no técnicas cuando parece que el código es la nueva ley?

Existen más de quinientos Fablabs a nivel mundial que comparten herramientas y procesos comunes. Esta infraestructura replicada debería facilitar la creación y duplicación de proyectos útiles, la generación de diseños que mejoran y evolucionan constantemente. Los costes de coordinación adicionales derivados del trabajo distribuido y de la comunicación entre los creadores, hace que muchos de estos proyectos queden como eternos prototipos con licencias abiertas, para no volver a materializarse jamás. Ocurre en lo físico lo mismo que en algunos procesos del software libre, donde a menudo se reinventa desde cero una y otra vez. Estamos en un bucle creador, aquejados del síndrome “Esto no se inventó aquí”, necesitados de poner primero nuestro nombre y después un código que nunca se acabará. ¿Cómo podemos promover la reutilización de los proyectos existentes con licencias abiertas? ¿Qué hace falta para superar esta cultura del prototipo, en la que nos embelesamos con un objeto simbólico maltrecho? ¿Cómo conseguimos abandonar la justificación de que nuestro simulacro de solución todavía no funciona porque está en beta permanente? ¿Cómo conseguimos detectar lo útil y lo práctico de estos prototipos y hacer que transciendan esta fase inicial? ¿Cuándo asumiremos que hace falta un esfuerzo para llegar a un público más amplio?

En este taller de Interactivos me gustaría que exploráramos estas cuestiones de una forma práctica, centrados en la creación de estos objetos en común, que aspiran a ser algo más que un objeto conceptual de galería. Con trabajos conjuntos que se abren a nuevas personas, que crecen y se amplían con la inclusión de otros actores. Con personas que exploran cómo documentar sus procesos de una forma clara, pero que saben que la documentación del proceso no es el objetivo último. Con la conciencia de que somos un pequeño punto en una constelación de espacios de extensión mundial, en los que podemos apoyarnos para construir y crecer de forma conjunta".

> Aproximación al taller de Josian Llorente

¿Qué es un objeto común? (hacia una definición del comunsismo?) // pensando en publicarlo en mi tumblr

"Escribo este texto desde un ordenador portátil. Concretamente desde un portátil situado sobre un pequeño atril que permite que no se caliente en exceso y una mayor ergonomía al escribir. Compré el portátil en una gran superficie y pronto comprobé que para abaratar costes los ingenieros asiáticos que los produjeron habían optado por materiales y componentes de baja calidad que hacen que la máquina, al cabo de unas horas, parezca una tostadora. Una amiga me recomendó comprarme un atril o soporte y como uno está con esto del DIY, en vez de volver a esa gran superficie y comprar otro objeto de consumo, decidí fabricármelo yo mismo.

Convencido de que no era el primero que tenía este problema, encontré por internet a una diseñadora lituana que había resuelto el suyo con un elegante diseño en madera cortada con láser. Afortunadamente había subido su diseño a un repositorio digital de objetos en internet, un sitio donde diseñadores, aficionadas y makers comparten sus diseños. Me lo descargué y para poder utilizarlo tuve que cambiar el grosor de las piezas de pulgadas a milímetros. También modifiqué el diseño para adaptarlo las medidas de mi máquina y le añadí un sujetacables. Bajé a la tienda de maderas del barrio y tras ver los precios, decidí sustituir la madera nórdica por algo más modesto, porque estaba a final de mes y no era plan de tirar la casa por la ventana. En realidad con el dinero que me ahorré compre la cena y unas cervezas. Luego fui a un lugar donde tenían una máquina de láser y me volví a casa con mis piezas. Tras una hora montando, encolando y pintando, tenía un atril para mi portátil. La verdad es que tenía una pinta estupenda. Mi compañera de piso, al verlo, me preguntó: 

- ¡Qué bonita es esa cosa! ¿De dónde viene? ¿Dónde la has comprado?
- No la he comprado. La he hecho yo, en parte. Aunque en realidad no es mía. Las maderas las compré aquí en el barrio, pero viene de internet.
- O sea, ¿que no la has diseñado tú? 
- No. Bueno, un poco sí. La he adaptado y modificado un poco, aunque el diseño lo ha hecho alguien el Lituania.
- Entonces, ¿la estas haciendo con más gente?
- Hacerla sí que la he hecho yo solo. Bueno, en realidad. no. Me han ayudado. Y hacerla, hacerla, la ha hecho otra persona.
- No entiendo nada… Pero, funcionar, funciona ¿no?
- Espero que sí. He comprado la cena. ¿Quieres una cerveza?
- ¡Venga!

No saber responder a estas tres simples preguntas me dio que pensar un rato. Pero tampoco llegué a ninguna conclusión muy importante, especialmente después de la segunda cerveza. Mi diseño modificado terminó en el repositorio digital de la diseñadora lituana, que recogió las modificaciones que hice y las incorporó a su diseño original. Ha tenido bastantes descargas. De vez en cuando recibo un mail de personas muy alejadas geográficamente que quieren construirse uno y me hacen preguntas: que si que pasaría si sustituyen la madera por otro material más accesible en su zona, que si no sería mejor atornillarlo en vez de encolarlo,… Suelo responderles que no tengo respuestas, que prueben e improvisen y que si sale bien, suban una foto al repositorio. Tampoco es plan de cargar con la responsabilidad de responder a todas las preguntas sobre atriles del mundo. Pero en el fondo, me hace ilusión que este atril sobre el que escribo tenga otros primos por ahí fuera y que un grupo de personas que no conozco estemos unidos por un objeto en común. No es un diseño que vaya a revolucionar el mundo de la estética contemporánea, pero vive conmigo y sobrevive a mis mudanzas, es una parte importante de las cosas que me hacen sentir como en “casa”.

Esta anécdota tiene ya unos años y con el paso del tiempo términos como maker, fablabs o hackerspaces y tecnologías como la impresión 3D y la fabricación aditiva comienzan a ser populares, incluso están de moda. La supuesta revolución de las cosas ha terminado por ocupar un espacio en las estanterías de los centro comerciales. El otro día vi una impresora 3D en un Cash Converters. Y estaba en la sección de informática y no en la de herramientas. Cuando me pongo muy cenizo pienso en que la fabricación distribuida no tiene mucho de transformador y si de sumar a mis condiciones de vida precaria las de mi abuelo, en una especie de obrero 2.0 que diseña el las cosas en su ordenador y luego baja corriendo a la línea de montaje, que está en su salón de su minipisito del centro en el que vive solo. Luego se me suele pasar y veo las cosas de una manera más optimista. Porque observo que cada vez más en mi vida diaria y en los contextos sociales en los que habito objetos que antes no estaban ahí y que comienzan a ser diferentes. Y que son difíciles de nombrar. Herramientas, utensilios, mobiliario, incluso ropa. Cuando recibí la invitación para participar como xxx en el Interactivos´15 titulada “Objetos comunes” me pareció que es un buen término para comenzar un diálogo en el que definir y problematizar este tipo de objetos y las prácticas que les dan forma.   

Estos “objetos comunes” aúnan la habilidad para hacer cosas y el conocimiento tácito propios del artesano y de la cultura material, con características propias de la cultura digital estableciendo nuevas formas de “capital social” donde la interacción se produce en el plano de lo cotidiano, pero también en el planos de las redes.

No estamos hablando objetos de producción masiva que relaciona geografías o contextos sociales a través de sus fases de diseño (designed by Apple in California), producción (made in China) y consumo (comprado en media market) sino de objetos que exceden las comunidades donde han sido creados a través de las redes y se materializan en otros territorios en los que se comparten prácticas creativas similares y que defiende el valor de la autonomía, la singularidad y el acceso desde cuerpos y contextos diversos. Que intentan imaginar otros modos posibles de diseño, funcionamiento y uso para los objetos que nos rodean y construyen nuestra vida cotidiana. Y que por supuesto tienen limitaciones, contradicciones y molestas preguntas que plantear:

¿Es solo el aspecto técnico lo que permite nombrar estos “objetos comunes”? ¿Qué pasa con los aspectos relacionales? ¿Qué características tienen los proyectos en los que de verdad pienso, diseño y construyo con otras personas? ¿Y que significa producir de una manera distribuida?

¿Cómo se adaptan estas prácticas de diseño a otros contextos? ¿Se puede diseñar objetos desde lo particular y que construyan comunidad sin perder un horizonte común y el deseo de un impacto universal? ¿Podemos pasar de hacer las mismas figuritas de Star Wars impresas en 3D para diseñar colectivamente una cultura material que transforme lo cotidiano?

¿Se parecen mis prácticas más a las de un ingeniero, a las de un artesano a las de un dj? ¿O a las de un embajador comercial de software privativo, impresoras 3D y cortadoras láser? ¿Existen los communitty managers de cosas?

¿La fabricación distribuida es algo sostenible con los recursos naturales frente a la producción industrial? ¿De verdad esto de lo maker y el DIY es algo molón o hago estas cosas porque mi vida precaria me impide acceder a los objetos de consumo?

¿No será esto de la fabricación digital el enésimo hype del pensamiento neoliberal para parchear un modelo económico en crisis? 

y una última, así más en positivo con la que me quedo:

¿Pueden estros objetos conectar diferentes entornos de lo cotidiano, construyendo una alternativa al término “internet de las cosas” que habla de posesión por otro que sea el “internet EN las cosas” que habla de identidades conectadas y objetos comunes?

Me imagino que durante el taller será un momento interesante para mantener conversaciones en torno a estas preguntas, pero también alrededor de otras más. Mientras diseñamos, construimos y hacemos cosas juntas”.

> Aproximación al taller de Wendy Van Wynsberghe

“A los 27 años, abrí mi primer dispositivo electrónico y alguien me enseño como soldar. Fabrique mi primer cable de micrófono. Desde entonces, sigo haciendo instalaciones interactivas con textil, con software libre, y siempre que puedo con hardware libre. Mi trabajo se desarrolla con lo imperceptible, desde los protocolos a las convenciones y situaciones sociales, mezclando técnicas potencialmente de género, como el bordado con la electrónica. A lo largo de los años, mi trabajo ha evolucionado a nivel técnico, de manera paralela a los workshops que organizaba con Constant vzw, compartiendo constantemente el proceso de aprendizaje.

Sin la web, los tutoriales, los foros, las instrucciones, a muchas nos habría sido imposible aprender y distribuir este conocimiento: desde los vídeos de cómo hacer crochet a los cursos moocs, de cocinar durante la gran depresión de los 30’s a los archivos 3D para fabricar estetoscopios... Sin embargo, veo que existe una fragilidad en la posibilidad de compartir estos conocimientos.  

¿Dónde encontrar información? ¿Cuáles son las condiciones de estas plataformas de intercambio en gran medida de carácter comercial? ¿Cuál es la calidad y el formato de esta documentación? 

Todo esto influye en la capacidad de compartir un proyecto.

Entonces  ¿Qué es exactamente lo que se comparte? ¿Cómo de "accesibles" son tus  archivos abiertos? / ¿Es el objeto digital / físico reproducible,  copiable, puede modificarse y compartirse de nuevo? ¿Por que (no)?/¿Cual  es el poder de los vectores? ¿Puedes utilizar los SVG como geocoordenadas para hacer objetos (CNC, impresión 3D, corte láser, corte de vinilo). Sin embargo, para entender  las máquinas necesitan ser transformadas en, por ejemplo, hpglG-code con licencia abiertas o no. / ¿Cómo lidiar con eso? ¿Qué sucede con tu archivo? 

Hackerspaces, FabLabs, makerspaces, etc. crean las condiciones para desarrollar talleres colectivos. ¿Son los proyectos capaces de propagarse fuera de sus muros? ¿Cómo (no) / por qué (no)? ¿Cómo o (no) son diversos estos lugares y las personas que los frecuentan? / ¿El verbo "hacer" es  apropiado para este tipo de espacios? ¿Qué hacer con la fricción que se  produce con la comercialización de esta cultura del apaño? /

Gran  parte de estas máquinas son propiedad de estos espacios. Desde las  herramientas más comunes, tales como taladros y máquinas de coser, a los  lasercutters y Tornos. ¿Cuál es el status de estas herramientas de prototipos complejos? ¿Somos capaces de ir más allá de la impresora 3D? 

El  enfoque de lo diario, de lo común de todos (Medialab Prado, vzw  Constant, Susana Moliner, Josian Llorente y César García) nos hace lanzar esta convocatoria de Interactivos?. Lo diario no es a menudo espectacular ni glamouroso. Sin embargo, una cosa no excluye a la otra. Puede tener consecuencias increíbles si eres capaz de apropiártelo para modificarlo y moldearlo a la medida de tu cuerpo y de tu contexto geopolítico".

Estoy deseando leer vuestras propuestas!

http://www.constantvzw.org/
http://wvw.collectifs.net/

> Bases de la convocatoria y envío de solicitudes

Durante el taller (2-16 diciembre) se desarrollarán simultáneamente un máximo de 8 propuestas seleccionadas entre las que respondan a esta convocatoria abierta.

Las propuestas presentadas deberán estar necesariamente abiertas a la participación de colaboradores interesados que puedan contribuir a su desarrollo durante el taller.

Las propuestas podrán presentarse de forma individual o colectiva. Cada participante o equipo podrá presentar tantas propuestas como desee.

Una vez se realizada la selección, se abrirá la inscripción para aquellas personas que quieran participar como colaboradores en cada una de ellas. La convocatoria para la inscripción de colaboradores estará abierta a partir del 28 de octubre en la página web de Medialab-Prado. 

 > Funcionamiento del taller 

  • El 28 de octubre se publican los proyectos seleccionados y se abrirá la convocatoria para la inscripción de colaboradores.
  • El 2 y 3 de diciembre tiene lugar el seminario de discusión teórica 
  • Del 2 al 16 de diciembre se desarrollan los proyectos en grupo y con los asesores, hasta presentar el último día un prototipo final.

Durante el taller se pondrán a prueba ideas y se desarrollarán prototipos trabajando en grupos interdisciplinares coordinados por el promotor del proyecto, de los que formarán parte todos los colaboradores  interesados. Los grupos contarán con el apoyo y asesoramiento de Wendy, Josian y César como profesores invitados, y con el espacio, equipos y materiales que sean necesarios para el desarrollo de cada proyecto y que hayan sido previstos en la solicitud.

Asumimos  que en  el taller se trabajará con software libre y abierto, que los  proyectos  se basarán en estándares abiertos y que los resultados  estarán  disponibles bajo licencias que inviten a la reapropiación, reutilización y distribución.

El taller se desarrollará en inglés y en español sin traducción formal.  

Al finalizar el taller los prototipos resultantes se inscribirán en la exposición de Objetos Comunes que tendrá lugar a lo largo del proyecto en Medialab Prado.

> Compromisos de los seleccionados 

  • Asimismo, se comprometen a la finalización y adecuada documentación de los proyectos propuestos.
  • Las personas o colectivos seleccionados se comprometen a asistir a todos los días del taller.
  • * Los proyectos recibidos deben aceptar y fomentar la participación de las personas interesadas.
  • La información básica de los proyectos, tanto del proceso, como de los  resultados, deberá ser registrada en la plataforma de trabajo  colaborativo de Medialab-Prado http://comunidad.medialab-prado.es/
  • Asimismo, el participante deberá mantener su código en un repositorio  de acceso público  y tener el mismo licenciado  bajo una licencia libre que permita la reutilización del mismo. En el  proceso del taller se dará apoyo a la documentación.
  • En los créditos del proyecto se detallarán la participación de cada miembro del equipo y su desarrollo en el marco del taller.
  • La organización anima y apoya la utilización de programas libres para el desarrollo de los proyectos
  • Una vez finalizada la exhibición, los participantes se comprometen a  retirar sus materiales en el plazo máximo de 15 días. Pasado dicho  plazo, Medialab-Prado se reserva derecho a hacer con ellos lo que estime  conveniente.

> Criterios para la valoración de los proyectos 

  • Relevancia para los objetivos generales del encuentro.
  • Carácter innovador y experimental.
  • Claridad de la propuesta y adecuación a la metodología y el tiempo de  desarrollo del taller (el objetivo es tener un prototipo al final del  taller. Por tanto en la propuesta deberán incluirse las partes del proyecto que podrían ser prototipadas en este periodo de tiempo y las  que no).
  • Se valorará la diversidad de aproximaciones y procedencias, y su integración en el conjunto de las propuestas a seleccionar.

> Alojamiento y viajes

  • Previa solicitud y para aquellos participantes que residan fuera de Madrid, Medialab-Prado proporcionará alojamiento en un albergue juvenil durante  el tiempo de desarrollo del taller.
  • También se cubrirán los gastos de desplazamiento de una persona por cada uno de los proyectos seleccionados.

> Inscripciones

Todos aquellos interesados en participar en el taller deberán completar y enviar el formulario disponible más abajo antes del 18 de octubre a las 23:59 GMT+1.

> Autoría y propiedad intelectual

Los  participantes en la convocatoria cuyos proyectos (textos, fotografías o  vídeos) sean seleccionados deberán licenciar las obras con una licencia  que permita a Medialab-Prado su publicación en cualquier formato físico  o digital con los alcances territorial y temporal máximos señalados en  la ley, permitiendo su transformación para la mejor difusión o distribución de las obras. Una vez seleccionadas las obras y dentro del  transcurso de la actividad, el autor está obligado a permitir que cualesquiera otros participantes de la actividad convocada puedan tomar  su obra como base para realizar otras obras derivadas.

> Contacto 

talleres@medialab-prado.es

La participación en la presente convocatoria supone la aceptación de todas sus bases y contenidos.